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Adaptadita me quedé


Este cuento está escrito para niños de segundo ciclo, de edades comprendidas entre los 8 y 1o años. Esta historia es una adaptación realizada por Irene Fernández Mingueza del cuento de “La princesa y los siete bandoleros” con intención de actualizar la historia a la época actual, con un escenario familiar para los niños.


PARA MI TÚ, PARA TI YO

Erase una vez, no hace mucho tiempo, una pareja que vivía muy feliz en una gran ciudad, al poco tiempo de unirse en matrimonio, tuvieron una preciosa niña a la que llamaron Clara Luna por el blanquecino rostro que iluminó sus vidas. El padre de Clara Luna poseía grandes fortunas al ser uno de los jueces más prestigiosos del país. Vivían en un palacio en el centro de la ciudad con todo tipo de comodidades, era una familia realmente feliz. Cuando Clara Luna tenía cinco años, su madre cayó enferma, estuvo atendida por los mejores médicos, pero ninguno pudo hacer nada por salvarla. Finalmente  tras pasar unos meses, su madre falleció. Antes de morir la madre de Clara Luna fue a la habitación de su hija y se sentó con ella en la cama. Estuvieron hablando durante bastante tiempo, recordando aquellos momentos felices que habían vivido juntas, cuando salían a pasear en bicicleta, aquellos paseos al atardecer en la playa, las mañanas de campo cazando mariposas, las noches claras viendo estrellas fugaces desde la terraza del palacio, los cuentos que le contaba su padre cada anochecer, eran tantos y tantos los buenos momentos que habían vivido juntos, que no quería que los olvidara, por ello la madre le entregó a Clara Luna un colgante que le había regalado su esposo en la pedida de mano,que llevaba grabado una inscripción que decía “Para mi TÚ, Para ti YO” y que cada vez que Clara Luna estuviese mal o necesitase el apoyo de su madre, lo agarrara con fuerza y sintiera su presencia.

Clara Luna y su padre notaban la ausencia de su madre, se sentían solos y tristes, ya no eran felices. El padre pensando en Clara Luna decidió volverse a casar para darle una madre a su hija. Conoció a una joven muy atractiva, muy cariñosa con la niña y decidió casarse con ella para intentar recuperar aquella felicidad que habían perdido. A medida que fueron pasando los años la relación entre Clara Luna y su madrastra empeoraba. Clara Luna se había convertido en una jovencita muy guapa, su rostro reflejaba dulzura y bondad y su madrastra en cambio según iban pasando los años iba perdiendo belleza, lo cual la hacía sentir envidia de Clara Luna, por lo que le hacía la vida imposible a la niña. Todo lo que Clara Luna hacía a su madrastra le parecía mal. Un día tras una gran pelea entre Clara Luna y su madrastra, esta la dijo que su padre ya no la quería y que tenía que irse de casa o su padre enfermaría por todos los disgustos que le daba la niña. Para Clara Luna su padre era lo más importante y no quería que nada malo le pasase y menos por su culpa, por lo que por muy duro que le resultase, tomó la decisión de irse de casa y huir sin saber donde. La madrastra de Clara Luna le hizo entrega de una carta a su esposo escrita por la niña, donde decía que no era feliz y que quería viajar a otros países para conocer nuevo mundo y que por favor no la buscase. El padre muy apenado respetó la decisión de  su hija.

Clara Luna estuvo varios días perdida en la ciudad sin saber a dónde ir, durmiendo en los parques, pasando frío y sobre todo muy sola. Clara Luna se sentaba todas las tardes en el parque a ver jugar a los niños, ver sus rostros de felicidad le recordaban su infancia. Un joven muy apuesto que pasaba por el parque con algo de prisa, no pudo evitar contemplar  la belleza de Clara Luna y acercándose a ella le preguntó si necesitaba ayuda, ya que la veía un poco desorientada, a lo que tímidamente le contestó que no tenía donde ir y que estaba sola. El apuesto joven se sentó un rato a hablar con ella, dejando de lado los planes que él tenía. Estuvieron hablando toda la tarde hasta que al llegar la noche, el joven al ver que a Clara Luna le gustaban tanto los niños, le ofreció cuidar a los niños de la aldea, donde él vivía y daba clases, cuyos padres emigraban a otros países en busca de trabajo, ya que la situación en el país era muy complicada y no podían sacar adelante a sus familias. A Clara Luna se le iluminó la cara al oír tal propuesta, pero no tenía cómo ir ni donde dormir, Ángel, el apuesto joven, le dijo que aquello no era problema, ya que podía llevarla él mismo en su coche y quedarse a vivir en una casa con todos los niños. Ángel la ayudaría en todo lo que necesitase.

Al principio a Clara Luna le costó adaptarse a las costumbres de la aldea, ya que ella siempre había vivido en una gran ciudad con grandes lujos. Pero gracias a la ayuda de Ángel se fue acostumbrado a la vida rural. Los niños la proporcionaban felicidad, cada uno a su manera. Se aprendió sus nombres rápidamente, Labrador, el mayor de todos, era el que más ayudaba, era muy trabajador; Alegría y Dulce eran gemelas, eran unas niñas muy risueñas que transmitían felicidad a todos en la casa, ellas siempre sonreían. Fidel uno de los más pequeños, siempre estaba pegado a Clara Luna, allá adonde ella iba Fidel la seguía, siempre la defendía; Esperanza era una niña muy positiva, siempre buscaba el lado bueno de cada situación, era una niña muy madura, y por último el pequeño Valentín, era un trasto, no para quieto,no tenía miedo a nada. Con todos ellos a Clara Luna se le pasaban los días volando. Los niños por la mañana iban a la escuela y Clara Luna ayudaba en el campo, cuidaba a los animales del establo. 

Ángel y Clara Luna pasaban mucho tiempo juntos, día a día se iban enamorando sin darse cuenta. Eran felices cuando estaban juntos, el tiempo corría sin darse cuenta y el cariño entre los dos cada vez era más fuerte. Ambos eran tímidos y no querían arriesgar su gran amistad, al desconocer el sentimiento del otro.

Una mañana como cualquier otra, mientras Clara Luna estaba limpiando el establo, llegó la policía y se llevó detenido a Ángel, que estaba dando clase en la escuela. Los niños fueron corriendo a casa a avisar a Clara Luna pero al ver que esta no estaba en casa, se separaron para buscarla por la aldea y contarle la horrible noticia. El pequeño Valentín fue quien la encontró y le contó lo sucedido. Los aldeanos le dijeron a Clara Luna que Ángel había sido acusado de un robo el mismo día que bajó a la ciudad y la conoció y que iba a ser juzgado al día siguiente por el juez Puro Justicia. Clara Luna no le había dicho a nadie que el juez era su padre. Se agarró el colgante que le había dado su madre antes de fallecer y le dio fuerzas para intentar solucionarlo. Ángel corría peligro y la única que podía salvarle era ella, demostrando que aquella tarde habían estado juntos y Ángel era inocente. Por lo que no dudó en coger un autobús rumbo a la gran ciudad. 

Clara Luna se dirigió a casa de su padre aún temiendo la presencia de su madrastra. Habían pasado cuatro años desde la última vez que había estado en esa casa. Llamó y llamó al timbre, sin obtener respuesta alguna, pues nadie la abrió, no sabía a donde ir, ni a quién dirigirse y en ese momento apareció Raudo, el chofer de su padre, preguntó quien era, pues no la reconoció, de tez morena y con harapos no era la jovencita que se marchó. Clara Luna le recordó momentos y situaciones que tan sólo ella podía saber, a Raudo se le llenaron los ojos de lágrimas y la llevó sin duda alguna con su padre. 

El juicio ya había comenzado y Ángel estaba siendo interrogado, Clara Luna entró corriendo en la sala, los policías intentaron detenerla, pero ella dijo que tenía algo muy importante que decir y necesitaba hablar con el juez, Ángel sorprendido miró al juez rogándole que escuchara lo que la joven tenía que decir y el juez lo permitió ya que su mirada le transmitía algo especial y familiar. Clara Luna le dijo al juez que la creyera ya que ella era su hija, el padre no podía creerse que aquella campesina fuese su dulce y delicada hija, habían pasado cuatro años y la joven ya no era una niña. Clara Luna le dijo que sólo su hija sabía que él le había regalado a su esposa fallecida un colgante que decía Para mi TÚ, Para ti YO. El padre se levantó y la abrazó con los ojos llenos de lágrimas de felicidad por volver a recuperar a su pequeña Clara Luna. La joven le contó a su padre, el juez, que esa tarde Ángel había estado con ella y la había ayudado, él la había salvado a ella durante todo este tiempo. El juez Puro Justicia deja en libertad a Ángel. 

A la salida se reúnen Ángel, Clara Luna y su padre y le cuenta la verdadera historia de su madrastra, y lo que ha sido de ella durante este tiempo. El padre se queda triste al oír la historia y siente rabia al no haberse dado cuenta. Clara Luna le confiesa a su padre que está locamente enamorada de Ángel y él confiesa que también la quiere. El padre ayuda a los aldeanos que tan bien habían trato a su hija, los padres que emigraron regresan a la aldea junto a sus hijos gracias a la ayuda de don Puro Justicia. Ángel y Clara Luna se casan y viven felices en un pueblo cercano a la ciudad y a la aldea. 

Y este cuento se acabó, cuando lo vuelva a encontrar te lo volveré a contar.

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Diferencias y Semejanzas

Entre la adaptación y la historia de la que partimos para realizar la nueva historia se presentan una serie de semejanzas y diferencias, esto hacen aparentemente sean la misma historia pero que en el "fondo" la historia es la misma.

Para empezar el título varía, ya que he querido dar un mayor énfasis a la frase del colgante que tiene gran protagonismo en la historia, ya que es el elemento de unión de los tres miembros de la familia. 

La adaptación la época en la que se desarrolla la historia es actual, en cambio “LPYLSB” (La Princesa Y Los Siete Bandoleros) es una historia que se remonta a tiempos lejanos. este cambio se debe para acercar la historia al mundo actual de los niños.

Los personajes en LPYLSB son el rey, la reina, la madrastra, el guardia, Rosalinda y los siete bandoleros. En la adaptación los personajes varían aunque mantienen sus roles; padre juez, madre, madrastra, Clara Luna, niños aldeanos y Ángel. Esta variación en los personajes ha sido para dar un mayor realismo y cercanía en la historia

La profesión del padre es distinta, ya que aún perteneciendo ambos a una clase social alta, en mi adaptación el padre es un reputado juez y en LPYLSB es el rey de un reino. Este cambio se produce para hacer más familiar y cercana la historia.

La protagonista varía su nombre para adaptarlo a las características del cuento.

He mantenido el papel de la madrastra, puesto que es clave en el desarrollo de la historia, al igual que el padre desconozca el verdadero motivo de la desaparición de su hija hasta el final de la historia.

He suprimido la escena donde la madrastra manda matar a la protagonista ya que me parecía un aspecto muy duro y en la actualidad es menos real.

He cambiado el colgante que entrega la madre a la hija de una virgen por una frase ya que me parecía más tierno y personal a la hora de reconocer el padre a su hija.

La cueva ha sido sustituida por una aldea como entorno para desarrollar la nueva vida de la protagonista, y las labores de la casa son las mismas pero actualizadas (alimentar, cuidar y preparar la comida) Aprovechando así para reflejar las diferencias entre la vida rural y la vida de la ciudad.

Los hermanos bandoleros han sido sustituidos por niños a los que cuidar, cada uno de ellos representa un valor que puede tener cualquier niño, pudiendo sentirse identificados con alguno de ellos.

El protagonista masculino, Carlos en LPYLSB, Ángel en la adaptación. ha cambiado el nombre, ya que en la adaptación es el “ángel” que salva a la chica de la situación de desorientación tras la huida de su casa. Y cambia su profesión, pues me parecía mucho más tierno si era un personaje que tuviera relación con los niños. El hecho de que en LPYLSB sea un bandolero está reflejado de manera indirecta en la adaptación al ser acusado de robo.

He añadido el personaje del chófer para crear un vínculo de unión en la reconciliación entre la niña y el padre. 

La historia de amor se mantiene puesto que en los cuentos y en la vida estamos rodeados  de amor.

El desenlace ha sido similar en ambas historias solo en la adaptación se ha acoplado al desarrollo de la misma.





2 comentarios:

  1. Precioso. ¡No me puedo creer que hayas convertido al bandolero en maestro y a ella en Mary Popins!!! :D

    Perfecto.

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  2. ¡Muy bueno Irene! Y muy bien explicadas las diferencias y semejanzas respecto a la historia que contó Irune en clase. ^^

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